- Sigue despertando el interés musicológico internacional en el actual Siglo XXI
- Fue uno de los exponentes del nacionalismo en la música mexicana.
- Compositor genial legó a la posterioridad un copioso patrimonio musical
- Integrante de una gran familia de talentosos artistas e intelectuales
Por Ricardo Flores Miranda
A 75 años de su aniversario luctuoso (5 de octubre de 1940), es importante recordar a uno de los grandes compositores del Siglo XX: Silvestre Revueltas Sánchez, quien está calificado como el más influyente intérprete de nuestro país, tanto por la originalidad de su música de cámara y de un sinnúmero de partituras que se han vuelto una parte importante del repertorio orquestal de directores nacionales y extranjeros, como Janitzio, Redes, Sensemayá y La noche de los mayas, entre las principales composiciones.
Silvestre fue el hermano mayor de una gran familia de talentosos artistas e intelectuales, la mayoría de los cuales llegaron a ser personajes importantes en la vida cultural, artística y política de México, como Fermín Revueltas (1901-1935), pintor y muralista; Consuelo Revueltas (1909-1990), pintora; Rosaura Revueltas (1910-1996), actriz y escritora; José Revueltas (1914-1976), escritor, guionista, activista político; Agustín Revueltas (1920-1996), artista y empresario.
Violinista, pedagogo, director de orquesta y compositor, Silvestre Revueltas sigue despertando el interés musicológico internacional en el actual Siglo XXI, ya que no hay director de orquesta sinfónica que no haya incluido sus composiciones como parte de sus conciertos.
En sus 41 años de vida (nació el 31 de diciembre en 1899) su trayectoria profesional estuvo marcada de grandes composiciones. Fue uno de los exponentes del nacionalismo en la música mexicana. Vivió vinculado a los cambios y transformaciones sociales de su época.
Silvestre Revueltas no sólo escribió música sinfónica, sino también numerosas piezas para cine, lo que incremento su fama en el país y en el extranjero. Entre las composiciones más sobresalientes destinadas al mundo del celuloide está Redes, compuesta en 1935 para la película del mismo nombre; música realizada en 1936 para el filme “Vámonos con Pancho Villa”; melodía el Indio, creada en 1938; Ferrocarriles de Baja California o Música para charlar, compuesta en 1938, y la noche de los mayas, una de sus últimas obras, antes de que lo sorprendiera la muerte.
También es autor de tres importantes poemas sinfónicos: Cuauhnáhuac, poema que describe la vida cotidiana de un pueblo mexicano, y Esquinas, que se basa en las voces de los vendedores ambulantes, ambos compuestos en 1930, y Ventanas, creado en 1931.
Otras piezas destacadas que por su importancia apuntamos son: Dúo para pato y canario (1931), Tres cuartetos de cuerda (1931); Alcancías (1932); Janitzio (1933); la Coronela (1940).
Su amplio bagaje cultural y sus vínculos con intelectuales de la época le indujeron a componer piezas basándose en obras poéticas de importantes autores contemporáneos. Por ejemplo la extraordinaria poética del escritor español Federico García Lorca, le sirvió de fuente de inspiración para componer tres importantes piezas: Homenaje a García Lorca (1935), Siete canciones de García Lorca (1938), y Cinco canciones de niños (1938); asimismo, especial relevancia tiene el poema sinfónico titulado Sensemayá (1938) basado en un poema del poeta cubano Nicolás Guillén.
Silvestre Revueltas legó a la posterioridad un copioso patrimonio musical, tanto que fue, pese a su corta vida, un compositor productivo y genial, lo que lo ubica en un lugar perceptible en la música mexicana y de todo el mundo.
Tras su muerte, el 5 de octubre de 1940, hace 75 años, los mexicanos le rindieron los máximos honores que bien merecía y sus restos mortales, fueron depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres.
